Cuando
me despierto, oigo un ligero ruido que me indica que ha estado lloviendo toda
la noche. Levanto la persiana de mi habitación y lo confirmo: la calle está
mojada y el aire es fresco. Dejo la ventana abierta, para ventilar, y empiezo a
estornudar; me pongo unos calcetines negros.
Voy
al banco y a Barcelona, a matricularme en la escuela de idiomas. ¿Cuándo tendré
una mañana entera de lectura? Se me presentan ocasiones de leer constantemente
y las desaprovecho.
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