La
arteriografía fue un éxito. Papá ya vuelve a estar en casa. Son las ocho de la
mañana y hace un día gris, muy gris. Dentro de un rato, iré a la piscina. Papá
necesita reposo, aunque, desde que llegó del hospital, no lo he notado nada
cambiado: mejor.
Mañana
cumplo veinte años. Cumplir dieciocho me alegró. Cumplir diecinueve me resultó
indiferente. Cumplir veinte me da un poco de respeto y, de hecho, preferiría no
enfrentarme a esta cifra. En fin. El tiempo no es algo que esté bajo nuestro
dominio. Solo me queda acatar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario